sábado. 07.09.2024

Este sábado 20 de julio, el girasol reafirmará su importancia como uno de los principales rubros para la economía boliviana, por su importante aporte en la generación de divisas, que el año pasado superaron los $us 158 millones y posicionaron a este cultivo como el segundo producto en importancia de las exportaciones no tradicionales, después de la soya.

En el evento tecnológico por el Día Nacional del Girasol se mostrará a los productores las tecnologías disponibles y recomendadas, para mejorar el manejo del cultivo y continuar en la producción con enfoque de manejo sostenible. Es un esfuerzo de la filial de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) en el municipio de San Julián, liderada por su presidente, el productor Hugo Flores, y la Unión de Productores de San Julián (Unipros).

La actividad, como cada año, se realizará en ese municipio, catalogado como capital girasolera de Bolivia. Allí, cientos de productores pequeños, medianos y grandes, junto a casas comerciales e instituciones relacionadas con la producción agrícola de oleaginosas, podrán observar tecnologías de nuevos híbridos de girasol, nutrición vegetal, fertilización a base de urea, manejo de suelos con cultivos de cobertura, y conocer recomendaciones para el manejo del jopo, que es la nueva maleza que está afectando el cultivo de girasol.

“Este evento refleja el esfuerzo constante que realizamos como sector productivo para promover el desarrollo tecnológico y continuar con la producción de alimentos, la generación de empleos y la contribución a la economía del país”, afirma el presidente de Anapo, Fernando Romero. Con más de 185.000 toneladas métricas de producción de girasol en 2023, Bolivia ocupó el puesto 12 entre los principales países productores de la oleaginosa en el mundo y el segundo lugar en Sudamérica, después de Argentina.

En esta campaña de invierno 2024, los productores de girasol enfrentan una reducción en el área de siembra y en la producción debido a los fenómenos climáticos adversos, principalmente de extrema sequía. “Venimos de una campaña de verano altamente afectada por la extrema sequía que generó una disminución importante en la producción de la soya, que es nuestro principal cultivo. Esto mermó la capacidad financiera de los productores para cumplir con sus obligaciones crediticias, principalmente con los proveedores de insumos, industrias y entidades financieras”, indica Romero.

Señala que esta campaña de invierno 2024 con la siembra de girasol y en general de otros cultivos los productores también tienen altas pérdidas productivas y económicas por la sequía. Por ello, necesitan de un fondo de reactivación económica para acceder a un alivio financiero para sus deudas de corto plazo, y viabilidad económica y productiva para la siembra de la próxima campaña de verano.

Anapo destaca al cultivo cuyas exportaciones generan divisas importantes para el país