Las tres infraestructuras eléctricas de ciclo combinado más grandes de Bolivia han duplicado su demanda de gas en cinco años. De acuerdo con datos del Comité Nacional de Despacho de Carga (CNDC) de enero a julio de 2024, estas tres plantas que requirieron una inversión de más de 1.300 millones de dólares registran una demanda de 27.980 millones de pies cúbicos de gas; mientras que, en el mismo periodo del 2020, las tres requirieron 12.857 mmpc de gas.
De acuerdo con el reporte del CNDC, entidad dependiente del Ministerio de Hidrocarburos y Energía, la planta de ciclo combinado Entre Ríos, ubicada en el Trópico de Cochabamba, inaugurada en 2019 con una inversión de 463 millones de dólares principalmente en la implementación de sus turbinas a gas y a vapor, ha incrementado su demanda de gas de 3.150 mmpc a 6.656 mmpc en los cinco años.
Pasa algo similar con la termoeléctrica de Warnes. Esta planta inaugurada por el entonces presidente Evo Morales en septiembre de 2019 a propósito de la efeméride de Santa Cruz con 460 millones de inversión y que tenía el propósito de generar un excedente de energía para la exportación, ha subido su demanda de gas de 5.337 mmpc reportados por la CNDC en 2020 a 12.136 mmpc, a julio de 2024.
La planta termoeléctrica de ciclo combinado del Sur, ubicada en el municipio de Yacuiba en Tarija y que, al igual que Warnes y Entre Ríos es administrada por la Empresa Nacional de Electricidad (ENDE) y que requirió una inversión de 463 millones de dólares, también ha subido su demanda de gas de 4.370 mmpc a 6.347 mmpc de gas en el periodo de cinco años.
Gran inversión, alto costo de mantenimiento y una sobreoferta
Las tres “obras estrellas” que presentó Evo Morales antes de las elecciones del 2019 demandaron una inversión superior a los 1.380 millones de dólares, financiado principalmente por el Banco Central de Bolivia (BCB) y proyectaban sumar una capacidad de generación de energía de 3.169 MW; sin embargo, el consumo interno no supera los 1.600 MW.
Mensualmente, por cada millar de BTU de gas, el CNDC reporta que se paga 1,2 dólares/MMBTU sin IVA. Sin embargo, en el mercado internacional el millar de BTU está sobre los $us 2,41 por millar de BTU y Brasil, en la última visita que realizó el presidente Luis Inacio Lula Da Silva a Bolivia junto con una comitiva de empresarios ofreció pagar a través de Petrobras $us 6,45 el millar de BTU.
La Fundación Solon, en el informe “Termoeléctricas: sobreoferta de electricidad, anticipó este escenario en 2020”: “Las actuales termoeléctricas por si solas podrían satisfacer toda la demanda interna del país hasta más allá del 2025, pero ello no es viable ni rentable porque el gas natural que consumen está subvencionado y las reservas de gas natural están en declive. El monto total de la subvención aumenta en la medida en que sube el precio del gas natural para exportación. El gas natural que consumen las termoeléctricas podría ser exportado a cuatro o cinco veces el precio que pagan las termoeléctricas en el país”.
Las tres termoeléctricas ejecutadas por el consorcio Siemens- TSK, según el CNDC, entre enero y julio de 2024 han alcanzado una generación de energía tbruta de 3,5 millones de MWh (Megawatios hora) que representan un 52% del total de energía que se inyecta al sistema desde 27 centrales hidroeléctricas, cuatro parques eólicos, tres plantas solares y otras 12 centrales termoeléctricas.
Durante una reciente intervención, el presidente Luis Arce, aseguró que cuando entraron al Gobierno las reservas de gas estaban sumamente bajas y que “habíamos tocado fondo” y que, en la actualidad cuentan con 28 pozos exploratorios. En el informe de rendición de cuentas de ENDE, en gran parte de los proyectos de energías alternativas se justifica su impacto social con la frase “Contribuir al cambio de la matriz energética optimizando el uso de gas natural”; sin embargo, las cifras de las termoeléctricas muestran otra realidad.
